El deseo implícito de una mente desquiciada.

Per me si va ne la citta’ dolente,
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.

Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.

Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.

miércoles, 12 de enero de 2011

Estado de carencia.

Como toda persona, intento crearme una serie de valores que pretendo considerar absolutos, pero que no lo son ni lo serán nunca. Es una búsqueda que cada ser humano realiza a lo largo de su vida. En mi opinión la necesidad de una moral, de unas reglas inflexibles pero no inhumanas, es decir, unas reglas de comportamiento razonadas, y su consecuente búsqueda, es algo que fundamental en la vida de toda persona.

Pero resulta muchas veces que, a pesar del esfuerzo, no logro mantener un comportamiento social acorde con la moral que me planteo. Al igual que un viajero a pie, que se encuentra en lugares desconocidos para él, al toparse con la noche no ve en la lejanía ningún punto de luz, aún sabiendo que cerca debe de haber algún pueblo o granja, se siente más perdido, solo y vulnerable, así se siente mi esencia más profunda, perdida en la niebla de la confusión, errante por unos caminos ya mil veces transitados, buscando un punto saldo en el que descansar de su fracasada aventura sin encontrar, para su desventura, ninguna luz que le sirva de guía.

Y es que, para mí, sin una moral no hay ningún camino posible dentro de la sociedad de los hombres, siempre se acaba transitando por unos derroteros conocidos, que muestran la falsedad de unas reglas que no conforman un comportamiento responsable, moralmente aceptable.

Sin embargo, en mi confusión no soy capaz de mantener un comportamiento duradero, pues todas las formas de moral que encuentro tienen fallos irreconciliables con las posibles soluciones: si encuentro una moral que tiende a la integración social no se reconcilia con mis opiniones y con mis ideas sobre la sociedad, asimismo, si encuentro una moral que tiende, por ejemplo, a la ataraxía esto sería contradictorio conmigo mismo, pues no soy capaz de evitar opiniones y juicios, y así sucesivamente.

Me sirve de mucho leer, en muchos libros se trasmite una parte de la moral del autor a través de los actos y pensamientos de los personajes. Leer es algo como un tónico revitalizante, una porción de cordura, o de locura, de las que se puede extraer parte de la moral del escritor, en el caso de que la utilice al escribir. Me proporciona diferente puntos de vista, diferentes maneras de ver la vida, de personas que tienen más experiencias que yo, que han vivido más, que conocen el mundo de una manera más amplia, que conocen a las personas, que conocen la sociedad y que analizan al ser humano de maneras muy diversas.

Yo como persona me estoy formando todavía a nivel elemental, lo noto porque veo que mis formas de comportamiento, caen una tras otra, por motivos diversos, pero que demuestran su inviabilidad. Es algo que me cohíbe, intentar tantas veces comportarme de la mejor manera posible sin lograrlo por falta de valores, de principios. Pero también es algo que me desmotiva como ser humano, algo como un quiero y no puedo, y es algo que me hace mucho daño a nivel emocional, pues no puedo considerar qué está bien y qué está mal sino desde mi punto de vista humano y animal, que muchas veces falla al hacer las apreciaciones. Sin embargo, muchos son los razonamientos que pueden hacer falso el juicio que desde ese punto de vista hago, así que lo que realmente me interesa es la búsqueda de una moral acertada, no digo universal y siempre verdadera porque me parece casi imposible, que contraste lo menos posible con las demás personas, permitiéndome de esta manera disfrutar de una existencia agradable y placentera.

Esto, al fin y al cabo, no es más que una declaración de intenciones que me hago a mi mismo y de la que pretendo hacer al lector partícipe y conocedor.

Todo esto para indicar mi predisposición, que nace de la necesidad inmediata pero duradera, que tengo para aquellos que puedan aportarme algo a nivel personal, o como recomendación, alguna traza de moral que, desde vuestro punto de vista, consideréis válida para el uso práctico.

No me gustaría ser una persona inmoral, aunque lo dudo mucho porque ¿Quién dice que detrás de mi manera de pensar y de razonar no haya una moral implícita?

Espero que sea así, y espero poder añadirle valores positivos, para mejorar mi comportamiento. Cosa que solo puedo, mejor dicho, podemos hacer los hombres mediante la ética.

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