El deseo implícito de una mente desquiciada.

Per me si va ne la citta’ dolente,
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.

Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.

Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Lee. No leas. Ama.




He vivido mil vidas y otras tantas muertes. No he vivido ni una vida, tampoco una muerte. No sé de donde vengo, ni adónde voy. No sé quién soy, ni qué seré. No sé cuánto sé. A veces soy un sabio, otras un ignorante. No sé si sigo vivo o estoy muerto, cuando me vuelvo a despertar soy el mismo y he cambiado. Me estoy muriendo desde que he nacido, empezaré a vivir cuando deje de existir. Nada me separa del vacío, sólo un paso y ya es caída. Estoy encerrado en una mente y no encuentro la salida. Deseo por aburrimiento no por necesidad. Sé qué decir y no me salen las palabras. No sé qué decir y no tengo palabras. Soy todo. No soy nada. Me aniquilo en mi ser. Soy Dios. Estoy muerto. Todo es sencillo pero todo requiere esfuerzo. El sacrificio reside en entregar el alma a un proyecto del que no se sabe el final. En mi corazón amo al mundo y me odio a mi mismo, o tal vez al contrario. La perfección es mi ideal de vida a pesar de que es realidad de muerte. Camino mientras corro en el infinito espacio de mi mente. Mis palabras son el borbotar confuso de mi alma dormida, el gorjeo  hambriento de la inteligencia apagada. Yo soy el conflicto. Soy la casualidad que se niega a sí misma. Nunca debí existir. Nunca volveré a existir. Los hechos son voluntad incumplida y deteriorada. El fuego no quema porque no existe el dolor para quien sabe vivir. Es todo mentira. Los hombres dicen que mienten y es verdad. El frío es la ausencia de calor, el calor es energía, la energía es vida. Estoy ardiendo como un volcán helado en mundos que solo alcanzo a imaginar. Quiero pero sin querer hacerlo. Saborear la belleza es imposible, simplemente se la observa, como al reflejo en un estanque. Tengo el poder de cambiar el mundo. Tengo el poder de cambiarme a mí mismo. Yo soy el mundo. Mi muerte es su muerte. Cada mundo es independiente. Mi muerte no importa. Quiero vivir en brazos del amor. Cuando algo se hace amando no puede estar equivocado. No me puedo equivocar si amo, amo, amo, amo, amo al mundo. Amo el tiempo, amo el dolor, amo la muerte, amo el odio, amar, amar, amar. Estoy completamente loco. Mis dedo escriben lo que quieren, mi mente es un libro abierto, mis mejillas un futuro mar de lágrimas. No sé por qué. Esto es íntimo, pero da igual. Porque amo. Esto es insignificante. Que lo sea, ni a mi me importa. Todo está dentro de mí. Solo son palabras, palabras que no explican nada. Es un vórtice, un vórtice, y yo en el centro. Los sentimientos se estancan. Quizá solo necesite a alguien que me escuche. Doy pena. No quiero dar pena. No doy pena. Solo me incumbe a mi. Nada importa y todo es importante. Las dos cosas son ciertas y ambas se niegan una a otra. Todo es cierto y todo es mentira. Nada es más falso que la muerte ni más verdadero que la vida. Podría ser al contrario. Es al contrario. El relativismo, esto es relativismo, me doy cuenta. Te das cuenta. Sí, tú, te das cuenta, estás leyendo esto. Te amo. Soy demasiado raro. No más que las demás personas. Soy sensible. O tal vez no. No existen las preguntas cuando todo es posible. No hace falta preguntar. Tengo miedo a la muerte. Tú también. Solo quiero desaparecer, sin más. Solo quiero vivir la vida como nunca he vivido. Soy una persona normal. Debo decirle a la chica que me gusta que la amo a ella también. Lo entenderá. No lo entenderá. La perderé. No la perderé. Estoy hecho para amar. Amando se vive, amando se vive la vida y no se la malgasta. Si amo lo que me sucede, si amo lo que hago: vivo. Me siento vivo porque amo. No me equivoco.
Dios está en tus labios. Estoy rematadamente loco. Sé lo que digo. Eso me asusta aún más. Estoy en algún lugar de mi cabeza. Sí, estoy ahí. Ahora te hablo a ti. Escucha: un sabio me dijo una vez: ama hasta que te duela y si te duele, sigue amando, porque la vida es amor, la vida es amar. Si no amas estás muerto. Como yo. Acabo de resucitar. Tal vez ahora vuelva a vivir. Me conozco tan poco a mi mismo que probablemente me equivoque. Pero me da igual. Si el error te lleva a la muerte es lo mismo que si te lleva el acierto. 

(Publicado sin revisión. Da lo mismo.)