El deseo implícito de una mente desquiciada.
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.
Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.
Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Senex
espumarajos de violenta estupidez,
patriarca, sin lanza y en cabestrillo,
no hay peligro para ti; entre
gentes extrañas haces amigos
de posada, que no sirven
para nada; senilidad en ristre
saliste por la puerta pensando:
''Ahora no necesitas correr
para evadirte''. Si en el abismo de cristal
ya no queda sino el olor del
repugnante licor; quisiste huir
de tus problemas, simples rumores
pero ya crecieron en la imaginación
tuya y te muerden y arrancan
voraces y sin tiempo ni sentido
el espíritu, contentos con matarte
como el otoño las hojas.
Apareces cada día arrugado
con la expresión de desprecio
cincelada en tu rostro, espejo
del alma consumida y quemada
inflamada purulenta reventada
y los ríos de amarga miseria
que¡Ah! Tú mismo creciste,
arrasan rápidos los recuerdos
arrastrando raudos rocas
que chocan chocan y chocan;
saliste a cazar para ti
devorado por los demonios,
dando por hecho que los demás
el hambre ni sienten ni padecen,
el miedo, el desamparo; díscolo
escapaste de tus limitaciones
renegando tus virtudes,
entregándote a tus vicios,
separando tu estela de la principal
hacia densas nieblas y huracanes
donde tu pista se pierde entre
las enfurecidas mareas ''¡Capitán!
¡Perdiste por entero el rumbo!
¡Adónde navegas ya no sabes!
Porque no eres capaz de distinguir
las estrellas en los ojos suplicantes
de los futuros dioses.''
Errante vagabundo capitán,
merodea entre la niebla rodeado
de espumarajos a babor, a estribor,
incluso en el fondo de su copa
mientras su tripulación naufraga
entre las amargas lágrimas del alcohol.
domingo, 25 de septiembre de 2011
Fui tu confidente
espaciosas del recuerdo
encontré el regalo
intensamente amado
el sentimiento infantil
de algo ya pasado
suave de inocencia
tenue la melancolía
antes era alegría
pésame por la ilusión
saludando a la esperanza
arriba
una mano
abajo
como diciendo adiós
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Poema (de nombre inmerecido)
como el más hondo respiro
y su consiguiente espiración
el estar aquí, sentirme vivo
en las vacías palabras,
huecas como el alma que dicta.
Vivo en la ilusión de la vida,
envuelto en el velo de Maya
y(¿Quién lo diría?)agradable
a los sentidos es la caricia
de lo inexistente, lo irreal
¿Por qué no hacerlo?
Ese sumergirse en lo hondo,
si antes el Todo inundó los pulmones
¿Qué diferencia la más importante
decisión de la insignificante?
Y, los límites ¿Quién los dicta?
La vida se saborea pocas veces
si no se abraza con los sentidos
de quien no olvidó que se trata
de un simple juego...
Qué importa la forma,
de este, mi escueto testimonio,
sentimiento plasmado,
del alma, a la mente,
hasta los mensajeros de la identidad.
Que la juzgue quien no sepa,
que la juzgue quien no entienda,
que, a veces, no se piensa con la mente
ni (no) se razona con el corazón
porque algo más amplio
inunda la morada del joven ánimo
y parece que se expande
hasta las infinitas raíces de las entrañas
queriendo unirse al mundo.
¿Qué importancia tiene todo esto
para quien haya comprendido
lo que se vislumbra tras el telón
y se oculta entre bastidores?
lunes, 19 de septiembre de 2011
Canción de (des)amor [2010]
martes, 13 de septiembre de 2011
Concienci(a)uda Epístola
sábado, 10 de septiembre de 2011
"Tertulimentarios".
martes, 6 de septiembre de 2011
El Dios de las masas.
ante la Biblia de neón;
Quizás estén esperando
alguna revelación;
Su azulado Dios hablando
no es más que una ficción,
con mil voces escupiendo
basura desde el monitor;
El mundo que está anunciando
es fruto de adoración,
la vida que está prometiendo
objeto de veneración;
El entero pueblo mirando
del mundo la perdición;
Si preguntas en qué están creyendo
responden: << Yo... ¡En la televisión!>>
domingo, 4 de septiembre de 2011
Contradicción.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Cristal petrificado.
Buscar se ha convertido en una obsesión. Todos sus pensamientos se focalizan el lo mismo, en el objeto de su búsqueda, en la meta a la que quiere llegar. Se mira alrededor, no ve más que sombras borrosas y no le importa. Corre en la dirección a la que su ambición le lleva, guiado por un propósito. Podría bien caminar con los ojos cerrados, pues nada cambiaría: ahora cae por un precipicio hacia la más honda sima, donde le aguarda el dolor, ni se inmuta ¿Qué dolor? No existe ningún dolor, solo aquel que nace del de no encontrar lo que se busca en este preciso instante. Sus cabellos alborotados por el viento mientras se lanza en una loca persecución en pos de su propia demencia. Porque esta búsqueda es tan solo locura, lo sabe. Mas ¿Qué importa si lo que tanto ansía es una simple imaginación, algo que nunca existió? El dolor se hace a veces tan intenso que soportarlo... soportarlo a duras penas le es posible. Ninguna lágrima fluye por su rostro, y este es como un cauce seco, el río estuvo ahí, pero tiempo atrás se secó. Su mente antes era capaz de alzar el vuelo con la elegancia de los cisnes, capaz de remontar la corriente con la gracia de los salmones, capaz de crear de la nada exquisitas filigranas de inconsistente cristal. Pero llegó el día en que su personalidad hiló una figura, donde quedó atrapado todo el poderío de su conciencia, y la hermosa figura, tan grácil y dúctil, se transmutó en fría piedra, calcando para siempre la idea en el centro de su mente.
Precisamente por eso ahora se le ve correr sin aparente dirección hacia el mundo que solo en su mente existe, un mundo que considera perfecto, esculpido hasta la saciedad, pulidas todas la imperfecciones, limadas todas las aristas. No se da cuenta (ah, ni siquiera se lo pregunta ¿Cambiaría algo eso?) de que esa forma petrificada era fruto de un instante, un enredo de momentos, una telaraña de impresiones que por naturaleza son variables, incapaces de quedar plasmadas para siempre, inservibles como modelo, pasajeras cómo ideas. Y, al ser contradicha la naturaleza exacta de la misma, no resulta ser lo que en realidad parece: la estructura sigue intacta, sí, pero... ¿Y el interior? Dentro de esas paredes tan logradas se posa el polvo, el hilo desapareció, ahora se acumula en los intrincados recovecos de una irrealidad imposible. Si es ficción o realidad ¿Qué más da? Todos saben que cada uno vive en su mundo, solo, rodeado de fantasmas, que desaparecen con el sol, y que cada noche resurgen de la niebla, lentos, inexorables, con la caída del astro rey, surgen las brumas y sus lamentos recuerdan al humano que en su mente permanece aislado del resto, que los demonios a nadie más pertenecen, cada uno con los suyos; pero nadie lo admite.
No persigue, pues, un sueño efímero, sino una realidad personal, duradera, que se opone al flujo natural de la esencia. Perdió algo un buen día y por eso comenzó a buscar ¿La inocencia tal vez? Quedó desamparado entre los infinitos mares de lágrimas que barren el concurrido desierto. Su oasis quedó anulado. Despertarse un día y pensar “El mundo no es como lo recordaba.” ¡Sí! Su letargo ha terminado. Ahora se encuentra frente a frente con algo que jamás sospechó que existía, con una inmensidad que le asusta y sin ningún lugar en el que refugiarse. Ya no tiene lugar en el mundo, el mundo no es ya lugar para él. Los lazos que le ataban se soltaron con facilidad ¿Le gustaría por un casual volver a estar atado? Tener un punto de apoyo en una micro realidad... Pero no, en el fondo de su espíritu sabe que jamás volverá nada a ser como antaño, cuando sus ojos estaban cerrados al mundo exterior. Aún así, sus ojos están ahora cerrados, no ven, no quiere ver, abandonado como está a una búsqueda en la que subyace el sentido de su vida. Que ciegue la ira o el amor es lo mismo, introspección, al fin y al cabo. El amor le ciega, un mundo ideal, eso es lo que ama, mas la inexistencia de ese mismo mundo es lo que le provoca ira, un dolor, que aunque no lo admita, le desgarra desde el interior, con afiladas esquirlas de diamante, pues puro es el sueño pero no el dolor que de este deriva.
Se precipita, sí, a la sima, pero, a quién le importa, ni siquiera a él. Vivir de una ilusión que jamás a dado muestras de existir, únicamente en el plano ideal, donde se forjan las más inexplicables esperanzas (veneno para la vida); es insuficiente. Se está ahogando y el aire que cree que respira, que no le deja morir en apariencia, es simplemente un producto de su imaginación, y el agua llena sus pulmones, con impensable ímpetu, con desatado amor. Obcecado en su búsqueda no ve que por el camino quedan desperdigadas millares de oportunidades, que saludan con la sonrisa torcida, anunciando algo que ya nunca será. No advierte que la vida pasa en una búsqueda irrealizable, aún así tuvo suerte de que no fuese una espera. Los gusanos del tiempo se desparraman por su rostro, lamen su cuerpo, lo hacen vulnerable... mientras que precipita sin tregua hacia el más negro abismo. Viviendo su desgracia como en un sueño no es capaz de escapar, de detener su caída y, ya casi al fondo, los salientes son escasos. En la vorágine emerge nítido el rostro donde todos los ríos confluyen, un muro insondable, acogedor y terrible al mismo tiempo. Una lágrima de ceniza brota de su pensamiento, y escapa de su cuerpo acariciando una de sus pupilas... y cuando esta lágrima se pierde en la brutal caída, la mente busca en vano una estructura que hasta hace unos instantes permanecía intacta en el centro de su reino; tan solo una ligera impronta, una señal de que algo ahora falta, es lo que queda en un vacío sideral. Y la conciencia ¡Oh! Su conciencia, se lanza con furia a ese vacío, sin encontrar más que soledad y un silencio sepulcral, algo que había ignorado hasta entonces, captada como estaba por la pétrea figura de un sueño.