El deseo implícito de una mente desquiciada.

Per me si va ne la citta’ dolente,
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.

Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.

Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.

martes, 26 de octubre de 2010

La creación se hunde.

Júpiter no truena desde el cielo,
Atlas sucumbió tiempo atrás,
Apolo vive ocioso,
Marte grita victorioso,
Diana se lamenta, angustiada,
Plutón habita la superficie.

Céfiro no agita los cabellos
de Venus, que yace apática
Baco no toca la flauta,
Faetón recorre la Tierra
Ardiendo se encuentra el Olimpo
Deucalión llora la dura pérdida.

Cabizbajo admira intimidado
el humano harto entristecido
con humilde sumisión
de la creación el devenir
advirtiendo el giro oscuro
y velado de la fría rueda.

¿Es la providencia quién decide?
¿El humano es tan solo títere
De alguna mente enfermiza?
¿Puede esta hacer enloquecer
a los hijos del caos, puede?
¿Puede? ¿O es simplemente una excusa?

Y son los humanos libres, y son
los humanos tiranos, y son
hambre, enfermedad, muerte;
deficientes sin remedio,
plaga que, sin control, se extiende,
avasallando, a la creación.

martes, 12 de octubre de 2010

Insuficiente.

Las noches son largas en invierno.El clima otoñal daba paso a un frió inmisericorde.La calles ya no las ocupan las personas, solo quedan montones de hojas color marrón apagado, sin vida, que se hunden en los charcos que dejan las tormentas nocturnas.Un viento espectral corría aquella noche, un viento cortante y afilado que no cesaba en su esfuerzo por arrastrar todo a su paso, por mucho que me opusiera.
Noté que tenía los ojos lloros, me apresuré a sacármelos con el la manga de la chaqueta que vestía.
Me pregunté como tantas noches donde estaba ella... Una vez más...Me es inevitable buscarla, donde quiera que este, siempre.
No me paré a pensar en el frió que atenazaba mis miembros, el paso rápido que mantenía ya no bastaba para hacerme entrar en calor.
Quizás aquella noche fue la que empecé a morir, aunque llevaba haciéndolo desde el inicio de mi vida.A fuerza de golpes uno acaba o muerto o insensible.Yo nunca seré insensible a la belleza, quizás por eso ahora estoy así, porque no supe darme el valor necesario que me merezco (muy por debajo del que pensaba) quizás así aprenda a no hacerme ilusiones.Por desgracia son lo primero que uno se hace y lo penúltimo que se pierde (lo ultimo es la esperanza,como suelen decir).Por desgracia es lo que me hace sufrir cada segundo de existencia.
Ya no encuentro el consuelo en historias inventadas, escritas para olvidar una realidad austera.
Ya no encuentro el consuelo solo con pensar en ella.
Dicen que uno solo se enamora una vez en la vida, yo no lo pensaba, por desgracia debo dejar a un lado mis creencias iniciales, de niño, ahora que se algo mas debo replantearme todo.
Mi alma parece tan lúgubre y vacía, pienso:¿Que podría ella encontrar en esta? Solo vacío moral y especulaciones sentimentales inacabadas.
No es suficiente, no soy suficiente, nada lo es.
Es raro redescubrir estos sentimientos en clave, escritos en código cuyo entendimiento a pocos es reservado.
Pero no entiendo como conseguir enterrar estos pensamientos bajo el manto de cotidianidad del que muchos hacen uso, no me pertenece.
Me digo, no te resignes a tus pensamientos, la vida que te deparan es demasiado oscura.
Pienso que tal vez salir a caminar de noche me ayude a combatir su dura presencia, acelero mis pasos.
Pienso que este ritmo, casi corriendo, les deje claro que no les pertenezco, que no me pertenezco.
Mi mente consipira contra mi a mis espalda, pienso.
Comencé a correr, el frió viento me azotaba la cara, estaba totalmente congelado de pies a cabeza:¿Por qué coño no entro en calor?
Los muertos no tienen calor, estan frios, al igual que el mármol que los encierra en sus prisiones eternas de piedra y silencio, de sueños de obsidiana.
Un cadaver viviente muriendo por congelacion bajo el manto de escarcha, de olvido, de resignación con el que sus propias ideas le atrapaban, mis ideas, mis pensamientos.
Comenzò a llover, seguía corriendo, mis pulmones no tenían el aire suficiente y me estaba ahogando.
Dejé atrás la luz de la última farola y entré en el mundo de las sombras, a merced de aquella tormenta helada salida del infierno.
Inutil, siempre fue inutil el huir de mi mismo, de no afrontar lo que tanto habia negado, lo que tanto he odiado y odio, mi caracter.
Frío, mucho frío, al igual que yo mismo, eso es todo lo que hay: Soledad.Por desgracia, eso es insuficiente para ella.
Y para mi.
Insuficiente