El deseo implícito de una mente desquiciada.

Per me si va ne la citta’ dolente,
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.

Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.

Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Una tarde de otoño.

¿Hablan tus palabras el lenguaje del amor?
Susurran alegres sílabas, me saludan desde tus labios,
Me preguntan sí me gustaría acariciar tu mano;
Callo,
Me gritan que te abrace, quieren que dialoguen nuestras bocas,
En el húmedo juego de la ardiente pasión;
Callo,
¿Me miran tus ojos expectantes?
Son tan claros, envidio tu luz.
Aquí hace frío ¿Sabes? Quisiera que tu sol me calentase a mi también;
Callo,
No quisiera estropear este momento.
No te das cuenta de lo duro que me sería moverme, apartarme de tu mirada,
Concluir el ahora, enterrarlo entre recuerdos, como si fuera uno más;
Callo,
Quisiera regalarle el presente a tu mirada, que es efímero,
Me gustaría que lo entendieras, que perder el instante
Me produciría una tristeza infinita;
Callo,
Porque ninguna palabra,
Sería más elocuente que tu mirada,
Y ningún movimiento más ardiente,
Que el deseo que mueve tus pupilas,
Como brasas.