Ahora resulta una liberación,
como el más hondo respiro
y su consiguiente espiración
el estar aquí, sentirme vivo
en las vacías palabras,
huecas como el alma que dicta.
Vivo en la ilusión de la vida,
envuelto en el velo de Maya
y(¿Quién lo diría?)agradable
a los sentidos es la caricia
de lo inexistente, lo irreal
¿Por qué no hacerlo?
Ese sumergirse en lo hondo,
si antes el Todo inundó los pulmones
¿Qué diferencia la más importante
decisión de la insignificante?
Y, los límites ¿Quién los dicta?
La vida se saborea pocas veces
si no se abraza con los sentidos
de quien no olvidó que se trata
de un simple juego...
Qué importa la forma,
de este, mi escueto testimonio,
sentimiento plasmado,
del alma, a la mente,
hasta los mensajeros de la identidad.
Que la juzgue quien no sepa,
que la juzgue quien no entienda,
que, a veces, no se piensa con la mente
ni (no) se razona con el corazón
porque algo más amplio
inunda la morada del joven ánimo
y parece que se expande
hasta las infinitas raíces de las entrañas
queriendo unirse al mundo.
¿Qué importancia tiene todo esto
para quien haya comprendido
lo que se vislumbra tras el telón
y se oculta entre bastidores?
Los escritos de tu blog me encantan!
ResponderEliminarY muchas gracias por pasarte por mi blog y darme ánimos, ojalá fuese tan fácil :(