El deseo implícito de una mente desquiciada.

Per me si va ne la citta’ dolente,
Per me si va ne l’eterno dolore,
Per me si va tra la perduta gente.

Giustizia mosse il mio alto fattore:
Fecemi la divina potestate,
La somma sapienza e ‘l primo amore.

Dinanzi a me non fur cose create
Se non eterne, e io eterna duro.
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Contradicción.


 Es, por supuesto, la contradicción,

La dirección de nuestra vida,

La definición de nuestra alma,

Y tan triste es pensar en las palabras

De un antiguo sabio de las montañas,

Que apelan a la conciencia, no a las entrañas:

“Si no sabes lo que tienes que hacer... malo,

Si lo sabes y no lo haces... peor.”

Al escuchar la voz de la sentida,

Esa razón, hoy tan desaparecida

¿No una leve sacudida?

¿No una ligera impresión?

Entonces polvo al polvo, joven,

Polvo al viejo polvo ¿Lo ven?

Sin cerebro no, ni lo creen.

Sin corazón no, ni lo sienten.

Y aunque los gritos de los vivos

Llegasen hasta sus oídos

Seguro que pensarían

Que se trató de un error, un simple ruido,

Y no los lamentos de un universo hundido.

La luz puede resplandecer ante los ojos

De un ciego y este no la verá,

Así, de igual manera, no conocerán

Aquellos que no lo desean, ciegos

De mente y corazón,

Dementes, sin razón. 

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